La estructura lineal es la forma organizativa más simple y antigua. Se caracteriza por una cadena única de mando: cada trabajador recibe órdenes de un solo superior y responde únicamente ante él.

Características principales

Unidad de mando: cada persona tiene un jefe directo.
Jerarquía vertical: el poder y la autoridad descienden desde la dirección hasta los niveles operativos.
Disciplina clara: funciones y responsabilidades bien delimitadas.
Comunicación directa: los mensajes siguen la línea jerárquica establecida.

Ventajas

Simplicidad en la estructura.
Claridad en las responsabilidades.
Rapidez en la toma de decisiones (al haber un único jefe por nivel).
Adecuada para empresas pequeñas o con actividades muy rutinarias.

Inconvenientes

Excesiva rigidez: no se adapta bien a entornos cambiantes.
Sobrecarga de trabajo para los directivos, que deben atender todas las decisiones.
Poca especialización: el jefe suele abarcar demasiadas áreas.
Riesgo de que la información tarde en llegar si la jerarquía es muy larga.

Caso práctico

Una carpintería familiar con cinco trabajadores:

El propietario decide qué productos fabricar, compra la materia prima y asigna tareas diarias.
Los trabajadores solo reciben órdenes de él.
Funciona bien mientras el negocio es pequeño, pero sería ineficaz si creciera y necesitara especialización (por ejemplo, un responsable de ventas o de compras).

👉 La estructura lineal es útil en organizaciones pequeñas y con tareas estables, pero limitada para empresas más grandes o complejas.