La Organización Internacional del Trabajo (OIT) creada en la Parte XIII del Tratado de Versalles en 1919, es un organismo especializado de la ONU dotado de plena capacidad jurídica y de autonomía frente a la propia ONU.
Nace con la misión de mejorar las condiciones de trabajo; es la fuente institucional básica del llamado Derecho Internacional “uniforme” del Trabajo, entendiendo por tal aquel conjunto de normas internacionales producidas, no mediante pactos entre estados, sino a través de acuerdos adoptados en el seno de entes internacionales de carácter institucional. Tal Derecho internacional “uniforme” aspira a convertirse en un derecho universal aplicable a todos los Estados, aunque no pasa de ser un conjunto de condiciones propuestas a la aceptación de los Estados, cuyo consentimiento es necesario para que tales condiciones alcancen eficacia jurídica.
