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3.1. Método de Heinrich

Los primeros estudios sobre valoración de costes fueron llevados a cabo en Estados Unidos, a partir de 1.927, por H.W Heinrich, sobre datos procedentes de su trabajo en una compañía de seguros. Este investigador fue el primero en utilizar la expresión “accidente blanco” para referirse a los incidentes que, sin causar lesión en las personas, originaba pérdidas o daños materiales.

A partir de datos procedentes de la industria norteamericana de los años treinta, Heinrich estableció la siguiente proporción: por cada accidente con víctima grave, se producen 29 accidentes  leves y 300 incidentes que solo provocan daños materiales. Es la llamada “pirámide de Heinrich”:

Elaboración propia. Pirámide de Heinrich

En 1962, el prevencionista norteamericano F.E. Bird, actualizó los datos de Heinrich tras un estudio de más de 90.000 accidentes acaecidos a lo largo de siete años en la empresa Lukens Steel Co. En 1969 público nuevos datos, tras un nuevo estudio sobre un mayor número de siniestros, trabajando en la Insurance Company of North America (ICNA). Las conclusiones de ambos estudios fueron las siguientes:

Empresa LUKENS Empresa ICNA
1 accidente grave o mortal 1 accidente grave o mortal
100 accidentes con lesión y baja 10 accidentes con baja temporal o de cura
500 accidentes sin lesión

30 accidentes con daños materiales, con o sin lesión

600 incidentes sin lesiones ni daños.
Elaboración propia. Pirámide de Bird

En la actualidad, las teorías de Heinrich, posteriormente desarrolladas por Frank Bird son objeto de revisiones críticas tales como que la "forma" de la pirámide de incidentes y accidentes depende del tipo de actividad y del tipo de riesgo así como el énfasis en la prevención de incidentes de baja repercusión -como resbalones y caídas a mismo nivel-, en detrimento de la inversión en mejoras técnicas y organizativas. Los accidentes graves en industrias de alto riesgo generalmente son causados por factores muy diferentes de los “actos inseguros” y su gestión requiere acciones específicas que no están relacionadas con la seguridad del comportamiento.

Costes directos e indirectos

También se deben a Heinrich la clasificación de los costes de los accidentes en directosindirectos, afirmando que “los costes que se ven, los directos, son relativamente pequeños; los costes que no se ven, los indirectos, son los importantes”. Las partidas o conceptos que se incluyen en cada coste, son los siguientes:

Costes Directos
  • Salarios del accidentado a cargo de la empresa, normalmente los del  día del accidente.
  • Gastos médicos no asegurados que deban ser abonados por la empresa (primera cura, transporte a centros hospitalarios, entre otros).
  • Primas de seguros: cotización empresarial a la Seguridad Social por contingencias profesionales (primas de cotización por Accidentes de Trabajo y Enfermedad Profesional).
  • Pérdidas de productividad por inactividad del puesto de trabajo ocupado por la víctima (por falta de sustituto, averías, daños en equipo de trabajo, etc.), retraso de trabajos en marcha, paradas de producción por pérdida de materias primas o averías, etc.
  • Gastos de contratación, formación y adiestramiento del sustituto. 
  • Indemnizaciones no aseguradas que la empresa deba abonar a las víctimas (por responsabilidad civil, recargo de prestaciones de la seguridad social y; posibles sanciones  por infracción de normas de seguridad).
Costes Indirectos
  • Gastos derivados de la investigacíón del accidente.
  • Tiempo perdido por el resto de trabajadores no accidentados (labores de auxilio, comentarios, etc).
  • Pérdidas de producción (menor rendimiento del sustituto y de los demás trabajadores).
  • Coste de los daños y averías sufridos en maquinaria, instalaciones, materias primas, etc.
  • Pérdidas por errores, desechos y productos defectuosos, imputables al estado de ánimo generado por el accidente entre quienes lo presenciaron .
  • Pérdidas de eficiencia y menor rendimiento del accidentado al volver a su antiguo trabajo.
  • Posibles pérdidas comerciales por no atender pedidos a tiempo, o efectuar un trabajo o servicio en malas condiciones debido a la disminución de producción derivada del accidente.
  • Pérdidas de tiempo por motivos jurídicos (responsabilidades, juicios, inspecciones, etc.).

Método de cálculo

Para Heinrich, los costes totales derivados de los accidentes son la suma de los costes directos e indirectos:

Costes totales = Costes directos + Costes indirectos

Los costes directos pueden ser conocidos por la empresa con cierta precisión, a diferencia de los indirectos que, por su propia naturaleza, no pueden cuantificarse sino de forma aproximada. Para atribuir un valor indicativo a los costes indirectos, Heinrich estableció la siguiente proporción:

Costes indirectos = 4 X Costes directos

Es decir, que los costes indirectos equivalen, por termino medio, a cuatro veces el valor de los directos. Por consiguiente, para Heinrich, el coste total de los accidentes de trabajo producidos en una empresa será cinco veces el valor de los costes directos que generen.

Costes totales = Costes directos + Costes indirectos

Costes totales = Costes directos + 4 X Costes directos

Costes totales = 5 X Costes directos

La utilidad del método radica, más que en su exactitud, en su facilidad de cálculo, ya que si se conocen los  costes directos y se multiplican por cinco, se puede valorar el coste aproximado que representa la siniestralidad laboral para una empresa.

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